Si se desea obtener la máxima calidad del producto final y crear el mejor entorno de trabajo para los operadores, es imprescindible disponer de salas cerradas y presurizadas donde realizar la aplicación mediante pulverización y/o el secado de la pintura. Gracias a la ventilación uniforme (realizada por medio de grupos externos), el interior de la cabina permanece completamente aislado del polvo exterior para evitar el riesgo de contaminación de las piezas pulverizadas. El aire se transporta hacia el interior y se filtra mediante grupos de tratamiento ubicados fuera de la cabina. También es posible controlar la temperatura y el nivel de humedad en el interior de la sala. El cuadro eléctrico centralizado ofrece el control completo de todas las funciones de la instalación: encendido independiente para salas de pintura y/o salas de secado; control independiente de la temperatura en cada sala; ciclo de secado programable al terminar el turno; posibilidad de mantener una presión mínima durante los periodos de interrupción del funcionamiento para proteger el entorno contra la penetración de polvo; dotado del dispositivo Energy Saving.
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